30th Oct 2024
Una mañana brillante, dos gatos naranjas llamados Leo y Lola decidieron visitar el zoológico. El sol brillaba alto, y todos los animales estaban despiertos y listos para jugar. Leo movió su cola con emoción mientras caminaban entre celdas y jaulas, queriendo ver a todos sus nuevos amigos.
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Primero encontraron a un loro colorido que volaba de rama en rama. "Hola, pluma colorida", dijo Leo, lleno de curiosidad. El loro hizo un giro en el aire y gritó: "¡Hola, gatos! ¡Vengan a jugar!", mientras sus plumas brillaban en rojo, azul y verde, reflejando los rayos del sol.
Después, llegaron a la granja de los canguros donde saltaba un joven canguro llamado Bounce. "¡Miren cómo salto!", exclamó Bounce. Leo y Lola intentaron saltar también, pero solo lograron pequeños brinqueos. Rieron juntos mientras el canguro saltaba maravillosamente alto.
Luego, se acercaron a la jaula del majestuoso león. "¡Rugido fuerte!", dijo el león, con una melena dorada que brillaba dorada. A pesar de su tamaño, Leo y Lola no tenían miedo. "¡Tú eres un rey valiente!", exclamó Lola, atreviéndose a hacer una reverencia graciosa que hizo reír al león.
Al final de su viaje, los gatos naranjas encontraron un charco brillante donde los flamencos estaban nadando. "¡Qué divertido es jugar con amigos!", dijo Lola mientras se unían al baile en el agua. Leo y Lola bailaron y disfrutaron del día hasta que el sol comenzó a ponerse, sabiendo que habían hecho muchos amigos.
