17th Nov 2024
En un bosque mágico, un grupo de elfos estaba listo para una gran fiesta. Eran pequeños, con orejas puntiagudas y ojos que brillaban como estrellas. Cada elfo llevaba un traje colorido hecho de hojas y flores. En el centro del bosque, se iluminó una gran fogata y la música comenzó a sonar.
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Los elfos comenzaron a bailar en círculo, dando vueltas con alegría. Sus pies ligeros apenas tocaban el suelo, como si flotaran. Sus risas llenaban el aire y los animales del bosque se unieron a la diversión. Un ciervo elegante miraba con curiosidad como los elfos movían sus brazos hacia el cielo.
Mientras bailaban, una elfa llamada Lira se destacó. Tenía el cabello dorado y vestía un vestido de pétalos de flores. Su risa era contagiosa y su movimiento, encantador. Todos los demás elfos la aclamaban, animándola a que hiciera un giro especial que había aprendido de su abuela.
Lira se mantuvo firme, tomó aire y dio un gran salto. Su vestido brilló como un rayo de sol, y todos quedaron maravillados. La música se volvió más rápida y animada, y los elfos siguieron el ritmo uniendo sus manos, creando un espectáculo de colores y alegría en el bosque.
La fiesta continuó hasta que la luna salió, iluminando el claro. Los elfos, cansados pero felices, se sentaron en el césped. Miraron las estrellas y el fuego, y supieron que siempre recordarían esa noche mágica y llena de baile.
