28th Oct 2024
Ramiro era un caracol muy feliz. Vivía en un colorido jardín lleno de flores y hojas verdes. Un día decidió que era el momento de organizar una gran fiesta para todos sus amigos del jardín. "¡Voy a hacer la mejor fiesta!" dijo Ramiro emocionado mientras bufaba un poco por la emoción. Las flores bailaban con el viento, y el sol brillaba radiante en el cielo azulado.
Ramiro preparó todo con mucho cuidado. Colocó mesas de hojas y decoraciones de pétalos brillantes. Preparó deliciosos bocadillos de néctar y frutas frescas. Pero había un problema: sus amigos eran muy lentos. Todos, desde los grillos hasta las ranas, tardaban mucho en llegar. Ramiro se preocupó. "¿Cómo haré para que lleguen a tiempo?" pensó.
Pensando y pensando, Ramiro finalmente tuvo una idea brillante. Decidió que enviaría invitaciones voladoras. Con la ayuda de una mariposa llamada Lumi, crearon pequeñas invitaciones llenas de colores. "¡Vengan a mi fiesta! ¡Habrá deliciosa comida y juegos divertidos!", decía la invitación. Lumi voló rápido, entregando las invitaciones a todos los amigos de Ramiro.
El día de la fiesta, Ramiro estaba ansioso. Miraba hacia el camino esperando ver a sus amigos. A poco de llegar el crepúsculo, comenzó a llegar uno por uno: las ranas saltarinas, los simpáticos grillos y hasta el viejo sapo que vivía en el estanque. Todos estaban emocionados. "¡Gracias por la invitación, Ramiro!" gritaron mientras se acercaban.
La fiesta fue un gran éxito. Todos bailaron y comieron juntos bajo el brillante cielo estrellado. Ramiro sonrió y pensó: "¡No importa cuán lentos sean mis amigos, lo más importante es que todos están aquí!". Y así, aprendió que con un poquito de creatividad, ¡se pueden hacer grandes cosas!