28th Oct 2024
Había una vez una joven cabra llamada Lila. Lila vivía en un tranquilo prado. Cada día miraba la montaña mágica en la distancia. La montaña relucía bajo el sol y prometía aventuras.
Un día, Lila decidió que subiría la montaña. "Hoy es el día, ¡voy a hacer realidad mis sueños!" pensó con entusiasmo. Se preparó y comenzó su camino.
Mientras subía, Lila encontró un río brillante. El agua era clara y fresca. Ella bebió un sorbo y se sintió fuerte. "Sigo subiendo", dijo con determinación.
Más arriba, Lila conoció a un viejo búho sabio. "¿Por qué subes, pequeña cabra?", preguntó él. "Voy a hacer realidad mis sueños", respondió Lila con una sonrisa.
El búho le dijo, "La perseverancia es la clave. Si sigues adelante, llegarás a la cima". Lila lo escuchó y continuó su viaje con confianza.
A medida que subía, el camino se ponía difícil. Había piedras y ramas. Lila se resbaló, pero recordó las palabras del búho. Se levantó y siguió avanzando.
Finalmente, llegó a un claro hermoso en la montaña. Flores brillantes y árboles altos la rodeaban. ¡Estaba tan cerca de la cima!
Lila levantó la cabeza y vio un arco iris en el cielo. Se sintió feliz y siguió caminando, sintiendo la emoción de estar tan cerca.
Cuando Lila llegó a la cima, vio todo el prado desde allí. Era aún más hermoso de lo que había imaginado. "¡Lo logré!", gritó con alegría.
En la cima, Lila se dio cuenta de que la verdadera magia era su esfuerzo y determinación. Aprendió que los sueños se hacen realidad si nunca te rindes.