7th Oct 2024
Había una vez una joven bruja llamada Lila. Ella tenía un gato negro llamado Sombra. Lila estaba cansada de hacer travesuras todo el día, quería hacer el bien en su pueblo.
Un día, Lila miró por la ventana y vio un jardín marchito. Las plantas estaban tristes y sin color. Lila decidió que era hora de usar su magia para ayudar.
"¡Vamos, Sombra!" dijo Lila con una sonrisa. "Hoy seremos brujas de bondad y haremos brillar todo nuestro alrededor!" Sombra maulló y saltó alegremente.
Lila tomó su varita mágica y se dirigió al jardín. Con un suave movimiento, dijo: "¡Magia, magia, ven a mí! Verdor y vida, por favor, ven aquí!" Las plantas comenzaron a florecer de inmediato.
Las flores sonrieron y los árboles se llenaron de hojas verdes. El jardín cobró vida de nuevo. Lila se sintió feliz, su corazón sonreía como el sol.
Después, Lila vio a un anciano que se había perdido en el bosque. Él parecía triste y cansado, así que Lila decidió ayudarlo con su magia.
"No te preocupes, señor, yo te guiaré," dijo Lila. Con un movimiento de su varita, iluminó el camino con luces brillantes. El anciano sonrió y la siguió.
Finalmente, Lila se dio cuenta de que su magia podía hacer felices a los demás. No más travesuras, solo bondad y felicidad.
Al regresar a casa, Sombra dijo: "¡Hiciste un buen trabajo hoy!" Lila sonrió y, sintiéndose orgullosa, respondió: "Sí, y mañana haré aún más cosas buenas."
Y así, Lila, la brujita que quería ayudar, decidió que la magia más poderosa era la que se usaba para dar amor y alegría a su mundo.