8th Nov 2023
Una vez hubo una llama llamada Lucía que vivía en las majestuosas montañas de Perú. A diferencia de las demás llamas que preferían quedarse en su hogar, Lucía tenía una pasión por viajar y conocer diferentes culturas alrededor del mundo.
Lucía solía recorrer los senderos de los Andes, llevando consigo su equipaje lleno de curiosidad y entusiasmo. Su primera parada fue en México, donde conoció a los amigables mariachis y probó deliciosos tacos. Quedó fascinada por la música y la comida mexicana.
Después de su aventura en México, Lucía decidió cruzar el océano para explorar Europa. En España, disfrutó de las coloridas fiestas tradicionales y aprendió a bailar flamenco. También visitó Francia, donde se maravilló con la Torre Eiffel y probó los exquisitos croissants.
Lucía continuó su viaje por Asia, donde experimentó la tranquilidad de los templos en Tailandia y la vibrante vida urbana en Japón. Aprendió a hacer origami y se maravilló con los hermosos jardines de flores de cerezo.
Después de un largo recorrido, Lucía regresó a Perú con muchas historias que contar. Compartió sus experiencias con otras llamas, inspirándolas a explorar el mundo y aprender de diferentes culturas. Lucía demostró que no importa de dónde vengas, siempre puedes encontrar belleza y amistad en cada rincón del planeta.