28th Oct 2024
Marco era un niño curioso. Siempre había oído historias sobre el monstruo bajo la cama. Una noche, decidió que era hora de descubrir la verdad. Se acercó cautelosamente, pero en lugar de un monstruo aterrador, vio a una criatura pequeña y peluda.
El monstruo se llamaba Tobi y tenía ojos grandes y brillantes. Tobi le sonrió a Marco y le dijo: "¡Hola! Estoy aquí para jugar!" Marco se sorprendió, pues jamás imaginó que un monstruo pudiera ser tan amigable. Juntos empezaron a reír y a inventar juegos.
Primero, jugaron a las escondidas. Tobi se escondía detrás de las almohadas y Marco lo buscaba. "¡Cálido! ¡Frío!" gritaba Marco. Era una noche llena de risas y sorpresas, donde los miedos desaparecían entre juegos y carcajadas.
Luego, Tobi mostró a Marco cómo volar. Saltaron sobre los muebles usando la almohada como trampolín. Marco sentía que estaba en un mundo mágico, lleno de aventuras. El monstruo no era una criatura aterradora, sino su mejor amigo.
Al amanecer, Marco tuvo que despedirse de Tobi. Prometieron jugar de nuevo. Esa noche, aprendió que a veces, lo que tememos puede ser una gran sorpresa. El monstruo bajo la cama se había convertido en un amigo inseparable.