30th Nov 2024
Cada año, antes de Navidad, un pequeño elfo llega a casa. Este elfo tiene una misión muy importante: vigilar a los niños. Hoy, el elfo se llama Pepito. Tiene un gorro verde y una chaqueta roja. Es muy pequeño, y tiene una gran sonrisa.
Pepito, el elfo travieso, se esconde en la sala. Mueve los juguetes de los niños para observarlos. Se esconde detrás del árbol de Navidad. Los niños no lo ven, pero él los mira atentamente.
En la noche, Pepito vuela al Polo Norte. Le cuenta a Santa cómo se han portado los niños. Si han sido buenos, Santa se siente feliz. Si no, Santa tiene que hablar con ellos.
Por la mañana, los niños encuentran cosas extrañas. Pepito ha movido sus muñecos y los juguetes. Ellos se ríen y piensan que es divertido. Siempre se preguntan, ¿dónde estará hoy el elfo?
Un día Pepito dejó un pequeño regalo en la mesa. Era una carta que decía: '¡Sé bueno y sonríe!'. Los niños se alegraron mucho al ver el detalle. Ahora quieren portarse mejor.
En otra ocasión, Pepito desordenó la habitación. Los niños se sorprendieron. Pero al final, se ríen y comienzan a jugar. Saben que es el elfo que les observa.
La Navidad se acerca, y cada noche, Pepito vuela a contarle a Santa. Los niños intentan comportarse. Ellos quieren buenas noticias para recibir regalos.
Finalmente, llega el día de Navidad. Pepito se siente emocionado. Santa llega con los regalos y les dice a los niños que se han portado estupendamente. Todos están felices.
Cuando Santa se va, Pepito regresa al Polo Norte. Los niños lo despiden con alegría. Saben que el año que viene, Pepito volverá con más travesuras.
Y así, cada Navidad, Pepito trae risas y sorpresas. Él es el elfo travieso que cuida de los niños y asegura que el espíritu navideño nunca falte.