11th Aug 2025
Había una vez una hermosa princesa llamada Blanca Nieves. Un día, mientras paseaba en el bosque, se encontró con siete enanitos que cantaban alegres. "¡Hola!" dijo Blanca Nieves. "¿Qué hacen ustedes tan felices aquí?". Los enanitos, con sus gorros de colores, respondieron al unísono, "¡Cantamos todo el día porque el sol brilla y la amistad es lo mejor!"
Los enanitos invitaron a Blanca Nieves a quedase con ellos en la cabaña. "¡Ven, quédate!" dijeron todos juntos. Así pasaron sus días, jugando, cantando y riendo. Pero un día, la malvada reina se enteró de que Blanca Nieves vivía con los enanitos. "¡No puedo permitirlo!". La reina quiso deshacerse de Blanca Nieves, pero los valientes enanitos la detuvieron con su trabajo en equipo.
Un día, mientras Blanca Nieves y los enanitos jugaban al escondite en el bosque, escucharon un murmullo entre los árboles. Era un pajarito que les traía noticias del castillo. "La reina está planeando algo malo", piaba el pajarito. Los enanitos, preocupados, decidieron que debían proteger a Blanca Nieves a toda costa. "No te preocupes", dijo Gruñón, "juntos somos más fuertes que cualquier magia oscura".
Esa misma noche, mientras la luna iluminaba la cabaña, la malvada reina se acercó con una manzana envenenada, disfrazada de anciana. "¡Cuidadito!", susurró Dormilón desde la ventana. Pero Blanca Nieves, con su corazón puro y amable, se acercó a la anciana sin sospechar. Los enanitos, rápidos como un rayo, se interpusieron y lograron quitarle la manzana de las manos. La reina, furiosa, huyó al bosque y nunca más fue vista.
Con la reina fuera de sus vidas, Blanca Nieves y los enanitos vivieron felices por siempre. Cada día era una nueva aventura llena de canciones y risas. "La amistad es el hechizo más poderoso", decía Sabio, mientras todos juntos bailaban bajo el cielo estrellado. Y así, en la pequeña cabaña del bosque, la magia de la felicidad y el coraje brillaba eternamente.