28th Oct 2024
Había una vez, en un hermoso jardín, una mariposa llamada Bella. Bella tenía alas de colores brillantes que brillaban bajo el sol. Un día, mientras volaba, vio una pequeña semilla en el suelo. La semilla era triste y sola, así que Bella decidió ayudarla.
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La mariposa se acercó y le dijo a la semilla: "¡Hola! Soy Bella, la mariposa. ¿Por qué estás tan triste?" La semilla respondió: "No puedo crecer. Necesito agua, sol y amor". Bella decidió que iba a ayudar a la semilla con mucho cariño.
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Bella voló al cielo y trajo pequeñas gotas de agua en sus alas. "¡Mira!" dijo Bella, mientras regaba la semilla. La semilla sonreía. Después, Bella voló hacia atrás y dejó que el sol acariciara la semilla para que pudiera crecer.
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Día tras día, Bella cuidaba de la semilla. Las raíces se extendieron y poco a poco, la semilla comenzó a brotar. Bella estaba emocionada y decía: "¡Vas a ser una hermosa planta!" La amistad entre Bella y la semilla crecía cada día más.
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Un día, un viento fuerte sopló en el jardín. Bella vio cómo la semilla se movía insegura. "¡No te preocupes! Estoy aquí para ayudarte!" gritó Bella mientras se posaba cerca de la semilla. Juntas enfrentaron el viento y se alentaron mutuamente.
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La semilla creció fuertemente y se convirtió en una hermosa planta con hojas verdes. Cada mañana, Bella llegaba a visitarla. La planta decía: "Gracias por tu amistad, Bella. No hubiese crecido sin ti". Bella sonreía, sintiéndose feliz y orgullosa.
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Un día, la planta decidió hacer algo especial por Bella. Flores de colores brillantes comenzaron a brotar de sus ramas. "¡Mira, Bella!" dijo la planta. "Estas flores son para ti, mi gran amiga". Bella aplaudió de alegría.
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El jardín se llenó de risas y colores. Bella disfrutaba de las flores y la planta siempre estaba feliz de verla. Comprendieron que, gracias a su amistad, ambos eran más fuertes y felices.
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La mariposa y la planta compartieron momentos mágicos en el jardín, bailando con el viento y disfrutando del sol. Su amistad brillaba como las estrellas en el cielo.
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Y así, Bella la mariposa y la pequeña semilla encantada se volvieron inseparables. Aprendieron que la amistad es el agua y la luz que necesita el corazón para crecer.
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