28th Oct 2024
Un joven elefante llamado Elio soñaba con ver el mundo. Tenía una piel gris brillante y grandes orejas que se movían como banderas al viento. Un día, decidió que era hora de aventurarse y conocer nuevos amigos. Con su trompa levantada y un ligero temblor de emoción, Elio salió de la selva donde había vivido toda su vida.
Elio caminó por la selva y pronto escuchó un canto alegre. Siguió el sonido y encontró una colorida bandada de aves. "Hola, soy Elio," dijo con entusiasmo. Las aves, con plumas brillantes de muchos colores, le enseñaron a cantar. "La amistad es como nuestra canción, llena de armonía y amor," explicaron. Elio se sintió feliz y siguió su camino, recordando la bella melodía.
Luego, Elio llegó a un río donde conoció a una tortuga sabihonda llamada Tula. Ella llevaba una casa en su espalda y era muy tranquila. "Elio," dijo Tula, "ser tú mismo es el mejor viaje que puedes hacer." Elio pensó en las palabras de Tula mientras le enseñaba a nadar. Aprendió que cada uno tiene su propio ritmo, y eso es lo que hace a cada uno especial.
Más adelante, Elio encontró un grupo de monos traviesos. "¡Ven y juega con nosotros!" gritaron. Los monos, siempre llenos de energía, le enseñaron a divertirse y a no tomarse la vida tan en serio. Juntos, se lanzaron de los árboles y rieron sin parar. Elio sintió que su corazón se llenaba de alegría y amistad.
Finalmente, después de muchas aventuras, Elio regresó a su hogar. Había aprendido tanto sobre la amistad y la importancia de ser uno mismo. Con un nuevo brillo en sus ojos y una sonrisa en su rostro, dijo: "El mundo es hermoso y lleno de amigos. ¡Siempre seré yo mismo!" Y así, con el corazón lleno de alegría, Elio soñó con nuevas aventuras.