2nd Apr 2025
León era un niño tímido pero muy inteligente. En clase, todos estaban emocionados por el juego de papelitos que la maestra había preparado. "¡Voy a ganar!" gritó su compañero Tomás. León sintió un nudo en el estómago mientras pensaba en qué escribir. Al final, decidió confesar en voz alta: "Yo temo confiar en los demás." Todos lo miraron con sorpresa, pero algunos sonrieron, compartiendo sus propios miedos.
Desde ese día, León comenzó a hablar más con sus compañeros, especialmente con Tomás. Un día, mientras jugaban en el patio, Tomás dijo: "León, a veces yo también me siento solo. ¿Te gustaría ser mi amigo?" León sonrió y respondió: "Me encantaría!" Con cada risa y juego, León aprendió a confiar en sí mismo y en otros, sintiendo que su valentía crecía cada día.