1st Apr 2025
En un mundo lejano, lleno de árboles altos y verdes, vivía un joven brontosaurio llamado Dinotino. “¡Hola, Fraurus!” gritó un día mientras saltaba de alegría. Su mejor amigo, un triceratops algo lento pero muy ingenioso, respondió con una sonrisa, “¡Hola, Dinotino! ¿Listo para una nueva aventura?” Dinotino estaba emocionado, ya que ese día iba a explorar el bosque y buscar algo especial. Con cada paso, sentía que el mundo era grande y lleno de amigos por conocer. Pero lo que no sabía era que ese día, su vida cambiaría por completo.
En un cumpleaños de un amigo del pueblo, Dinotino conoció a Tina, una brontosaura hermosa y llena de vida. “¡Hola, soy Tina!” dijo ella con una risa que resonaba como melodía. Dinotino, con el corazón latiendo rápido, contestó, “¡Hola! Soy Dinotino, y creo que eres... ¡increíble!” Pero a medida que su amistad florecía, Dinotino empezó a notar que pasaba menos tiempo con Fraurus. Se sentía atrapado entre dos mundos, el de la amistad y el del amor. “¿Por qué no podemos tener ambos?” preguntó Dinotino triste. ¿Podría resolver este dilema y aprender sobre la verdadera amistad? Así comenzó su increíble aventura de crecer.