30th Jan 2025
"¡Vamos, Martín, corre!" gritó Nico mientras la pelota pasaba volando. Martín, un niño de siete años, sonrió con alegría en el campo de fútbol. Su camiseta azul ondeaba al viento mientras intentaba alcanzar la pelota. Detrás de él, Valeria y Gonzalo corrían riendo, animándolo a que hiciera un gol. Pero Martín también tenía otra pasión: tocar el fagot. Aunque todos amaban el fútbol, él soñaba con tocar su instrumento en el escenario.
Un día, después del colegio, Martín se encontró con sus hermanos. Gabriel, que era un poco mayor, bromeó: "¿Qué es más divertido, jugar al fútbol o tocar el fagot?" Inés, la pequeña, aunque no entendía mucho, dijo: "¡Yo quiero ser artista!" Martín sonrió y respondió: "¡Ambas cosas son geniales!" Esa tarde, el sol brilló mientras los tres jugaban, riendo y soñando. Martín sabía que podía ser un gran futbolista y también un músico brillante. La vida era un partido y una melodía, todo al mismo tiempo.