30th Mar 2025
Había una vez un pequeño duende llamado Lumin, que vivía en un bosque encantado lleno de colores, sonidos mágicos y aromas deliciosos. Un día, se despertó y miró a su alrededor, exclamando: "¡Oh no! ¿Dónde están los colores? ¡Ya no escucho a los pájaros!" Lumin, con su piel verde brillante y sus pequeños ojos chispeantes, sintió que el mundo a su alrededor se volvía gris y silencioso. Asustado, decidió que necesitaba ayuda, así que corrió hacia la aldea de los niños, quienes siempre estaban dispuestos a ayudar a los seres mágicos.
Los niños estaban jugando en el claro del bosque cuando vieron a Lumin llegando, con su cara preocupada. "¡Lumin! ¿Qué te pasa?" preguntó Sofía, una niña de cabello rizado y sonrisa radiante. "No puedo ver, escuchar, ni sentir nada. ¡Ayúdenme!" dijo Lumin con voz temblorosa. Juntos, los niños decidieron unirse para encontrar la manera de devolverle los sentidos. Buscaron hierbas mágicas, cantaron canciones alegres y compartieron risas, hasta que, de repente, Lumin sintió un destello de luz y colores llenaron su vista nuevamente. "¡Hurra!" gritaron los niños, mientras Lumin sonreía, agradecido por su ayuda y la magia de la amistad.