2nd Feb 2025
Era un día brillante en la escuela y los 25 amigos de la clase de cinco años estaban muy emocionados. "¡Vamos a aprender y a jugar!" gritó Mateo, un niño con cabello rizado y una camiseta azul brillante. Todos aplaudieron y dijeron juntos, "¡Sí! ¡Amigos siempre!" La maestra Rosa, que tenía un bigote divertido, sonrió al ver su alegría. Juntos, se sentaron en círculo y comenzaron a compartir historias sobre sus juguetes favoritos.
La clase completó una actividad divertida mientras cantaban y se reían. "¡Yo tengo un dinosaurio gigante!" dijo Ana, levantando su brazo. "¡Yo tengo un coche de carreras!" contestó Pablo. Todos los amigos se turnaron para contar sobre sus juguetes y al final, se dieron cuenta de que todos eran muy especiales. La maestra Rosa les dijo: "Con amigos, cada día es una aventura" y todos aplaudieron de nuevo, disfrutando de su cariño y amistad.