28th Oct 2024
Era una mañana brillante en el bosque. El sol brillaba y los colores eran vibrantes. Los animales decidieron explorar y divertirse. Sus ojos estaban llenos de curiosidad y alegría.
Mientras caminaban, vieron algo brillante en el suelo. Era un dulce enorme y colorido. Los animales se miraron con sorpresa y fascinación. ¿Qué era eso?
Decidieron probar el dulce mágico. Un pequeño conejo llamado Max dio el primer bocado. De repente, ¡todo en el bosque comenzó a brillar! Los árboles, las flores y ellos mismos brillaban intensamente.
De repente, un arcoíris apareció en el cielo. El dulce mágico los llevó a un lugar diferente. Era un mundo rodeado de más dulces de todos los colores. Los animales estaban asombrados y emocionados.
Vieron ríos de chocolate y montañas de malvavisco. Había árboles de caramelo y flores de gelatina. Los animales comenzaron a jugar y a explorar este maravilloso lugar.
La ardilla Sofía comenzó a trepar los árboles de caramelo. Mientras tanto, el pato Pablo nadaba en el río de chocolate. Max, el conejo, hacía saltos y reía. Todo era pura diversión en el mundo dulce.
De pronto, oyeron un grito. Era un pequeño pájaro atrapado en un arbusto de gomitas. Los animales decidieron ayudarlo. Con ganas y risas, trabajaron juntos para liberar al pájaro.
Una vez libre, el pájaro les agradeció con alegría. Como recompensa, les contó sobre un castillo de dulces que estaba cerca. Los animales se emocionaron e hicieron planes para ir allí.
Finalmente, llegaron al castillo de dulces. Allí encontraron más animales y compartieron risas. Jugaron todo el día, llenos de alegría y diversión por su dulce aventura.
Cuando llegó la tarde, el dulce mágico comenzó a desvanecerse. Los animales regresaron a su bosque. Nunca olvidarán su gran aventura y el amigo que hicieron.