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Cuentos Para Dormir
Acompaña a un grupo de gnomos traviesos en su jardín mientras hacen divertidas travesuras a los animales del bosque. ¡Risas y amistad garantizadas!
Había una vez un jardín lleno de flores de todos los colores. Allí vivían unos gnomos traviesos que siempre estaban buscando diversión. Los gnomos tenían barbas largas y vestían ropas coloridas. Eran pequeños y siempre sonreían, listos para hacer travesuras.
Un día, los gnomos decidieron hacerle una broma a los animales del bosque. Se reunieron en un claro del jardín y comenzaron a planear. "¡Vamos a divertirnos!" dijo uno de los gnomos, mientras todos reían y asintieron con entusiasmo.
El primer plan fue hacer que las flores cantaran. Usaron un poco de magia y las flores comenzaron a cantar canciones alegres. Los pájaros se detuvieron a escuchar, confundidos y asombrados. "¡Nunca había oído a las flores cantar!" dijo un colibrí.
Los gnomos, viendo a los animales divertidos, decidieron hacer otra broma. Colocaron un sombrero gigante en el árbol más alto. Cuando el conejo más curioso se acercó, se asustó al ver el gran sombrero cayendo, pero luego se rió al ver que no era más que un sombrero gnomos.
Los gnomos estaban muy felices con sus travesuras y siguieron ideando nuevos planes. Miraron a los ratones y pensaron en algo divertido. "Haremos que los ratones se pongan zapatos grandes", dijeron, y así lo hicieron. Los ratones no podían caminar y corrían de un lado a otro tratando de no caerse.
Luego, una ardilla se acercó al grupo de gnomos, deseando unirse a la diversión. "¡Quiero jugar!" gritó emocionada. Los gnomos la invitaron a ayudarles. "¡Perfecto! Vamos a seguir haciendo travesuras juntos!"
La noche cayó y los gnomos decidieron hacer una gran fiesta. Invitaron a todos los animales del bosque a unirse a la diversión. Todos, desde los pájaros hasta los conejos, llegaron al jardín para disfrutar de la fiesta
Al llegar, los animales vieron luces brillantes y disfrutaron de ricas frutas. Los gnomos mostraron sus trucos, y todos se pusieron a bailar. Fue una noche mágica llena de risas y canciones.
Al final de la fiesta, los animales se dieron cuenta de que las travesuras de los gnomos eran siempre con amor y alegría. Y, desde entonces, esperaban con ansias cada nueva travesura que los gnomos pudieran inventar.
Y así, en el jardín lleno de flores y risas, los gnomos y los animales del bosque se convirtieron en grandes amigos, compartiendo aventuras y magia en cada travesura.
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