7th Feb 2025
Una mañana brillante, Laia estaba en la playa jugando. Miró hacia el océano y gritó: “¡Hola, mar! ¡Hoy es un gran día!” De repente, una enorme ballena azul emergió de las profundidades, salpicando agua. La ballena, llamada Azulito, miró a Laia y dijo: “¡Hola, pequeña! ¿Qué haces en mi hogar?” Laia, maravillada, respondió: “¡Solo juego! ¡Quiero ser amiga de todos los seres del mar!”
Azulito sonrió y dijo: “Entonces, ven conmigo y exploraremos juntos.” Laia subió a su lomo y se aventuraron a profundidades sorprendentes. Vieron coloridos arrecifes de coral, nadaron junto a peces brillantes, y escucharon las historias de los delfines felices. Laia gritó: “¡Esto es increíble, Azulito! Nunca quiero que esto termine.” La ballena respondió: “Siempre podemos volver, Laia. El océano siempre estará aquí para ti.”