10th Nov 2024
Pelayo estaba muy contento. Su hermano le había mandado un mensaje a su madre. "¡Mami, déjame leerlo!" insistió con alegría. En el mensaje decía que él volvería a casa para Navidad. Pelayo sonrió de oreja a oreja.
El mensaje decía: «Familia, buenas noticias: el día 24 estaré en casa. Estoy impaciente por abrazaros y pasar juntos la Navidad. Besos». ¡Qué emoción! Pelayo no podía dejar de sonreír. ¡Finalmente vería a su hermano después de tantos meses!
—¿Falta mucho, mamá? —preguntó Pelayo, saltando de alegría. Su madre le respondió: —Bueno, todavía falta un poquito. Pero se me ocurre una idea: mientras esperas, podrías preparar la fiesta de Navidad —propuso ella.
Pelayo se puso a trabajar enseguida, dibujando las felicitaciones y ensayando los villancicos. Imaginaba la cara de su familia al recibir sus dibujos. Con cada trazo, su emoción crecía más y más.
Finalmente, mientras guardaba los juguetes para donar, se imaginó a los niños en Valencia. ¡Cuánta alegría darían sus regalos! Pensando en todo lo que harían juntos, Pelayo estaba listo para celebrar. ¡Ya casi llega la Navidad!