20th Jan 2025
Había una vez una hormiga pequeña llamada Mía. "¡Hoy acompaño a mi mamá de compras!" dijo Mía emocionada. Juntas, caminaban por el jardín. Mía miraba las flores y decía, "¡Qué bonitas son!" A cada paso, Mía se sentía feliz. Su mamá sonreía, "Sí, cariño, las flores son muy hermosas."
Cuando llegaron a casa, Mía dijo: "¡Estoy cansada!" Su mamá respondió: "Es hora de un baño, Mía." Mía se metió en el agua y empezó a jugar. "¡Splash!" decía contenta. Las burbujas volaban por todas partes y su risa llenó la habitación. "¡Esto es divertido!" exclamó Mía, mientras flotaba en su pequeño mundo de espuma.