18th Feb 2025
En el Jardín de Niños Enrique C. Rebdsamen, los niños estaban entusiasmados por aprender. "¡Hoy es el día de reciclar!" gritó María con una sonrisa. Todos aplaudieron y saltaron de alegría. Iban a hacer algo especial para cuidar el medio ambiente. Cada niño tenía su papel y estaba listo para hacer la diferencia.
"¿Qué vamos a hacer con la basura?" preguntó Juan, curioso. La maestra Ana sonrió y dijo, "Vamos a separar la basura de los residuos. Reciclar es importante, ¡es divertido y ayuda a nuestro planeta!" Los alumnos se miraron emocionados, listos para empezar su misión.
Los niños empezaron a recolectar las botellas de plástico y el papel. Cada uno guardaba la bolsa de reciclaje para reutilizarla. "¡Mira cuántos residuos tenemos!" dijo Sofía mientras mostraba su bolsa llena. Todos comenzaron a reírse y a hablar sobre lo que podían hacer con esos materiales.
Los papás de los niños se unieron ese día. Hicieron un gran picnic en el jardín. "¡Vamos a compartir ideas sobre cómo cuidar nuestro planeta!" dijo el papá de Luis. Los niños escucharon con atención mientras sus padres hablaban sobre la importancia de reciclar y cuidar la naturaleza.
Mientras tanto, la maestra Ana decidió plantar algunas flores. "Las flores nos regalan aire puro", explicó. Los niños eran felices viendo cómo crecía cada planta. "¡Así como cuidamos las plantas, debemos cuidar nuestros desechos!", agregó la maestra.
De repente, se escuchó un ruido fuerte. "¡Oh, no!" exclamó Carlos. Era el camión de la basura. Los niños corrieron a ver. "¡Miren!", dijo Juan, "Ellos también separan la basura para reciclar!". Todos estaban emocionados de ver que sus esfuerzos estaban siendo compartidos por otros.
"¡Sí!", dijo la maestra Ana, "juntos podemos lograr un cambio grande. Reciclar es una aventura." Con cada botella y papel reciclado, los niños sentían que hacían algo importante. La contaminación, pensaban ellos, no debería existir en su jardín.
Al final del día, hubo una gran celebración. Todos los niños decoraron el jardín con dibujos de flores y árboles. "¡Hicimos un gran trabajo!" gritó Sofía. Bailaron y cantaron, orgullosos de su esfuerzo conjunto. "¡Vamos a cuidar nuestro entorno siempre!" dijo Carlos, levantando su mano al aire.
Cada año, en el Jardín de Niños Enrique C. Rebdsamen, los niños celebran su día del reciclaje. Se recordaban que la basura no es solo desechos. "Cuidar el planeta es nuestra misión!", decían con una gran sonrisa. Juntos, ellos eran los héroes de su jardín.
Así, los niños aprendieron que cuidar el medio ambiente no solo es importante, sino también muy divertido. Con cada pequeño acto, demostraron que la unión hace la fuerza. El Jardín de Niños Enrique C. Rebdsamen se volvió un lugar lleno de risas y amor por la naturaleza.