11th Feb 2025
Había una vez en un pequeño pueblo cerca del Río Indo, donde vivían personas amables y trabajadoras. "¡Mira!", gritó Leela, una niña curiosa, "Los ancianos cuentan historias de los Rishis, los grandes sabios que conocen los secretos del universo". Todos los niños se reunieron alrededor de la fogata para escuchar con atención, mientras los mayores hablaban de cómo meditar en las montañas del Himalaya les ayudaba a encontrar paz y felicidad. La luna brillaba con fuerza y las estrellas danzaban en el cielo, haciendo que la noche fuera mágica.
Un día, Leela decidió que quería aprender yoga, así que despertó temprano para practicar bajo el gran árbol banyan. "Respira hondo, siente tu cuerpo", susurró mientras estiraba sus brazos hacia el cielo. Poco a poco, sus amigos se unieron a ella, todos riendo y disfrutando mientras aprendían sobre la conexión entre el cuerpo, la mente y el alma. Cada postura era un viaje hacia la armonía, y juntos descubrieron que el yoga les traía alegría y paz.