21st Oct 2024
Cada noche, mientras la luna y las estrellas iluminaban el cielo, un niño llamado Lucas soñaba con viajar al espacio. Él se sentaba junto a la ventana de su habitación, observando la luna con su telescopio y preguntándose qué podría haber allá arriba. Una mágica noche, Lucas vio un destello brillante, como una estrella fugaz, y rápido cerró los ojos para pedir un deseo. 'Quisiera ir al espacio', murmuró, y al abrirlos, se encontró flotando en el cósmico infinito. Su corazón latía de felicidad, su deseo se estaba convirtiendo en una hermosa realidad.
Lucas pudo ver de cerca planetas de colores vibrantes y estrellas que brillaban como fuegos artificiales. De repente, aterrizó suavemente en la luna y notó algo extraño: enormes huellas que llevaban hacia un oscuro cráter. Intrigado, se preguntó: '¿Qué será eso?' Emocionado, comenzó a seguir las huellas, sintiendo una mezcla de curiosidad y alegría a cada paso.
Al llegar al cráter, Lucas vio unas sombras misteriosas. De repente, un gran monstruo de pelaje azul salió a su encuentro. Pero no era un monstruo aterrador, sino uno amigable y divertido. Lucas no sintió miedo, se acercó y dijo: '¡Hola! Soy Lucas, ¿quién eres tú?' El monstruo, sorprendido, sonrió y contestó: 'Hola pequeño, soy Moony, el guardián de la luna. No esperaba que alguien viniera a visitarme.'
Lucas, emocionado, le dijo: 'Vi tus huellas y quise saber de qué se trataban. Me encanta la luna y el espacio.' Moony se rascó la cabeza y dijo: 'Oh, esas huellas son de mis juegos. A veces salto tan alto que dejo marcas en el polvo lunar. ¿Quieres jugar conmigo?' Lucas sonrió y gritó: '¡Sí, por favor!' Juntos comenzaron a saltar de un lado a otro, creando nubes de polvo lunar que brillaban cuando las estrellas tocaban su superficie.
Mientras jugaban, Moony le contó todo sobre la luna y cómo cuidaba de ella. 'Cada noche, arreglo los cráteres y cuido de las estrellas para que brillen más. A veces me siento solo aquí, así que siempre es bueno tener amigos.' Lucas lo entendió y le dijo: '¡No te preocupes, siempre serás mi amigo! Prometo volver a visitarte.' Cuando la luna comenzó a ocultarse, supo que era hora de regresar a casa y le dijo: 'Gracias por la mejor aventura, Moony. Nunca olvidaré nuestra noche en la luna.' A lo que Moony sonrió y respondió: 'Siempre que mires al cielo, recuerda que estaré aquí cuidando de la luna y esperando a que regreses.' Con un parpadeo, Lucas se encontró de nuevo en su habitación, mirando por la ventana hacia la luna, que ahora parecía más brillante y hermosa, porque sabía que tenía un amigo especial en el espacio.