22nd Apr 2025
Había una vez una niña llamada Ana. Ella siempre decía: "¡Quiero ser profesora!" Ana pasaba horas jugando con sus muñecas y enseñándoles a leer. "¡Mira, muñeca María!" decía Ana. "Hoy aprenderemos a contar hasta diez." La habitación de Ana era un lugar mágico, lleno de libros de colores y dibujos en las paredes, que mostraban su amor por aprender.
Un día, su mamá le preguntó, "¿Por qué quieres ser profesora, Ana?" Ella sonrió y respondió: "Porque quiero ayudar a otros a aprender cosas nuevas. Quiero que todos sientan la alegría de aprender como yo tengo!" Ana tomó una caja de cartón y la convirtió en un escritorio. Desde ese día, Ana empezó a enseñar a sus amigos en el parque, con risas y juegos, llenando sus corazones de conocimiento y felicidad.