7th Apr 2025
Valentina era una niña curiosa que vivía con su padre, el señor José. "¡Papá!" exclamó Valentina un día, "¿puedo ver tu reloj mágico?" El padre sonrió y le dijo: "Claro, cariño. Este reloj me lleva a mundos mágicos donde las historias cobran vida. Cuando lo uso, puedo ser un valiente caballero o una princesa en un castillo. ¿Quieres que te lleve a uno de esos mundos hoy?" Valentina brilló de emoción, no podía esperar para escuchar una nueva aventura.
Pero con el tiempo, el señor José se enfermó. "Valentina," dijo él con un susurro, "quiero darte mi reloj mágico para tu cumpleaños. Haz que cuentes las historias más hermosas, así nunca olvidarás nuestra imaginación vibrante." La niña, con lágrimas en los ojos, aceptó el regalo con amor. Cada vez que giraba la esfera del reloj, se sumergía en nuevas aventuras, donde conocía dragones, duendes y hacía amigos en tierras lejanas. Y aunque extrañaba a su padre, su imaginación siempre lo mantenía presente en su corazón.