18th Dec 2024
Gerard era un niño muy inteligente. Siempre decía: "¡Yo puedo hacerlo!" Pero a veces, él no creía en su propio poder. Un día, mientras miraba por la ventana, el sol brillaba fuerte. "¿Por qué no creo en mí mismo?" se preguntó, y el viento pareció susurrarle: "Gerard, confía en ti, tú puedes brillar como yo".
Gerard decidió creer en sus sueños. Se miró en el espejo y dijo: "Soy fuerte, soy inteligente, ¡soy un verdadero lobo en el corazón!" Con su nueva confianza, trató algo difícil por primera vez. Con cada intento, el sol y la luna brillaban más brillantes. Él ya sabía que su fuerza interna era lo mejor, y que el viento siempre estaría a su lado.