30th Apr 2025
“¡Oh no! ¡El Monstruo de las Emociones ha llegado!” gritó Alex, un niño de 11 años con ojos grandes y curiosos. Cuando el monstruo apareció, Alex lo vio totalmente confundido. “Hola, soy el Monstruo de las Emociones,” dijo el monstruo con una voz suave y amistosa. “No soy malo, solo quiero ayudarte a entender lo que sientes.” El monstruo tenía varios colores que brillaban: rojo como el enfado, azul como la tristeza y amarillo como la alegría. “¿Por qué me miras así?” preguntó el monstruo, “Los sentimientos son normales y todos los tenemos.”
“¡Está bien! Entonces cuéntame más,” respondió Alex, sintiéndose curioso. El Monstruo comenzó a mostrarle cómo cada emoción podía ser como una ola en el océano, a veces tranquilas y a veces tormentosas. “Cuando estás enojado, es como una ola grande que empuja todo a su paso. Pero también hay momentos de calma,” explicó el monstruo mientras Alex escuchaba atentamente. “Y recuerda, todas las emociones son importantes, Alex. Así que, ¿qué tal si comenzamos a explorar tus emociones juntos?” Alex sonrió y sintió que entendía un poco más su corazón y su mente.