14th Nov 2024
En la llanura árida de la Mancha, brillaba el sol. Allí vivía un noble llamado Alonso Quijano. Tenía unos 50 años y leía muchos libros. Un día, se volvió loco por sus historias y decidió ser un caballero. Se llamó 'Don Quijote de la Mancha'.
Don Quijote se puso una armadura que era muy pesada. También llevaba un viejo yelmo que le dio valor. Con su escudero, Sancho Panza, salió en busca de aventuras. Montó su caballo, Rocinante, que era muy delgado. Juntos, se sentían valientes y listos para la acción.
Mientras cabalgaban por la llanura, Don Quijote miraba al horizonte. Su figura delgada parecía un héroe de cuentos. Con su mirada intensa, soñaba con batallas y hazañas. Cada paso de Rocinante sonaba como un tambor de guerra. Don Quijote sentía que era un noble caballero.
Sancho Panza, su amigo fiel, siempre estaba a su lado. Era un hombre bajo, con una gran sonrisa. Sancho no creía tanto en las aventuras, pero quería ayudar a su amigo. Juntos vivieron momentos graciosos y emocionantes, riendo y explorando.
Así, en la llanura, Don Quijote y Sancho Panza vivieron sueños y locuras. Aunque algunos se reían de ellos, siempre estaban listos para nuevos desafíos. En su mundo mágico, cada día era una nueva aventura en la llanura de la Mancha.