28th Oct 2024
En un pequeño pueblo, había un árbol mágico. Era un árbol enorme, con hojas brillantes y flores de colores. Cada niño que lo visitaba podía hacer un deseo. Todo el mundo lo llamaba 'El árbol de los deseos'.
Un día, una niña llamada Sofía decidió visitar el árbol. Ella quiso que todos los animales tuvieran un hogar. Con sus manos en el tronco del árbol, cerró los ojos y pidió su deseo. El árbol tembló y brilló con luz dorada.
Sofía no fue la única. Muchos niños del pueblo vinieron después. Un niño llamado Lucas quería que todos los amigos se entendieran mejor. Cuando hizo su deseo, el árbol dejó caer pétalos que llenaron el aire de alegría.
Cada vez que un niño hacía un deseo, un mágico viento soplaba y los sueños volaban. El árbol, con cada deseo, se hacía más grande y fuerte. Pronto, el pueblo se llenó de risas y felicidad.
Finalmente, llegó el momento en que Sofía vio su deseo cumplido. Los animales del bosque ahora tenían casas y el pueblo era feliz. Sofía sonrió y supo que el verdadero poder del árbol estaba en ayudar a los demás.