28th Jan 2025
Un día soleado en un pequeño pueblo, unos niños jugaron en el parque. "¡Vamos a jugar a ser líderes!" dijo Ana, con una gran sonrisa. "¡Sí! Yo quiero ser la presidenta!" gritó Tomás. Los niños se sentaron en círculo y comenzaron a hablar sobre lo que significaba ser un buen líder. Anna dijo: "Un buen líder escucha a todos". Tomás añadió: "¡Y debe ser justo!"
Así, los niños decidieron que iban a hacer una elección. "¿Quién quiere ser el candidato?" preguntó Ana. Todos levantaron la mano emocionados. Al final, eligieron a Tomás. "Gracias amigos! Prometo escuchar y ser justo!" Todos aplaudieron, sintiéndose felices de aprender sobre la democracia juntos.
Espero que podamos ayudar en nuestros pequeños proyectos!"
Mientras jugaban, los niños aprendieron sobre el respeto, la igualdad y la libertad. "¿Por qué es importante escuchar?" preguntó Ana. "Porque cada voz cuenta!" respondió Tomás, sonriendo. Todos estaban aprendiendo y divirtiéndose juntos.
Finalmente, llegó el momento de votar. Los niños hicieron una fila y, con papeles de colores, escribieron el nombre de Tomás o de Ana, quien también se postuló. Ana sonrió y dijo: "No importa quién gane, lo importante es que jugamos juntos y aprendimos." Al terminar el conteo, Tomás fue elegido como el líder del juego. "¡Gracias, amigos! Prometo que todos tendremos turnos para decidir los juegos del parque", anunció Tomás, y todos aplaudieron con entusiasmo. Así, entre risas y aprendizajes, los niños descubrieron que la democracia es compartir y respetar las ideas de todos.