28th Oct 2024
Era una vez una tortuga llamada Tula. Un día, Tula encontró un caparazón brillante en el bosque. Este caparazón podía hacer música dulce al ser tocado. Tula decidió que sería una gran artista con su nuevo caparazón musical.
Tula practicó todos los días, creando melodías que hacían bailar a los animales. Los pájaros se unían a ella, y los conejos saltaban al ritmo de su música. Pronto, todos en el bosque querían escucharla tocar.
Un día, Tula organizó un gran concierto. Animales de todos lados llegaron a ver a la tortuga artista. Ella se sentó en un tronco y comenzó a tocar su caparazón. La música llenó el aire y todos estaban emocionados.
Mientras tocaba, las estrellas comenzaron a brillar más. Los árboles se movían como si bailaran y los animalitos aplaudían al ritmo. Tula se sintió feliz al ver cuánto les gustaba su música.
Después del concierto, todos aclamaron a Tula. La tortuga se sintió orgullosa y comprendió que con su caparazón, había conseguido unir a todos los amigos del bosque. Ahora, cada semana, había conciertos en el bosque coreando: "¡Tula, la gran artista!".