28th Oct 2024
Un niño se llama Leo. Él le gusta jugar en el parque. Un día, se sienta bajo un árbol grande y fuerte. El árbol tiene hojas verdes y ramas fuertes. Leo cierra los ojos y se siente tranquilo.
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De repente, el árbol comienza a temblar. Leo abre los ojos sorprendido. "Hola, pequeño Leo", dice el árbol con una voz suave. Leo no puede creer lo que escucha. ¡El árbol está hablando!
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"¿Cómo es que hablas?", pregunta Leo, asombrado. El árbol ríe y le dice: "He estado aquí por muchos años. Tengo muchas historias que contar". Leo sonríe y escucha con atención.
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El árbol le cuenta sobre las estaciones. "Cuando viene la primavera, florecen mis hojas. En verano, me siento feliz con el sol. En otoño, mis hojas cambian de color". Leo imagina los colores hermosos del otoño.
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El árbol también habla de los animales. "Los pájaros hacen nidos en mis ramas. Los ardillas juegan en mis hojas. Todos viven en armonía conmigo". Leo siente alegría al escuchar estas historias.
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Entonces, el árbol le explica de la lluvia. "El agua me ayuda a crecer. Cada gota es un regalo. Sin agua, no habría vida". Leo piensa en cómo la lluvia es importante.
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Luego, el árbol comparte un secreto. "Mis raíces llegan muy profundo. Ayudan a mantenerme firme. Las raíces son como mis amigos". Leo se ríe y se siente feliz de conocer tantos secretos.
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Finalmente, el árbol dice: "Quiero que cuides el bosque. Es nuestra casa. Cada árbol, cada flor, cada animal es especial". Leo asiente, sabiendo que cuidará la naturaleza.
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Cuando el sol se empieza a poner, Leo agradece al árbol. "Voy a contar tu historia a otros niños". El árbol sonríe y dice: "Siempre estaré aquí para escuchar".
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Leo se despide y regresa a casa. Tiene un nuevo amigo en el árbol. Cada vez que pasa por el parque, recuerda la magia del día que los árboles hablaron.
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