9th Nov 2024
Había una vez un circo mágico llamado El Circo de los Animalitos. Cada día, un grupo de adorables animales llegaba al circo, listos para hacer sonreír a todos. Allí estaba Leo, el valiente león, que rugía con alegría cuando saltaba a través de aros de fuego. Al lado de él estaban las divertidas focas, que hacían trucos de pelotas mientras el público aplaudía con entusiasmo, disfrutando del espectáculo.
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Una tarde, los animales estaban muy ocupados preparándose para la gran función. El pequeño elefante, llamado Toto, estaba ensayando sus trucos con su trompa. También había una linda jirafa, Sofía, que equilibriaba coloridos pañuelos en su cabeza. Todos trabajaban juntos para asegurarse de que la noche sería mágica y especial. El aroma de las palomitas de maíz llenaba el aire, mientras los niños estaban listos para ver el show.
Cuando comenzó el espectáculo, el circo estaba iluminado con luces brillantes. El público aplaudía y reía mientras los animales mostraban su talento. Leo saltó por encima de las llamas, y las focas jugaron con la pelota. Toto hizo reír a todos con sus torpezas, y Sofía bailó elegantemente. Todos estaban maravillados con el talento de los animales del circo.
Al final del espectáculo, todos los animales se reunieron para un gran saludo en el escenario. El público estaba tan feliz que aplaudía sin parar. Leo, Toto, Sofía y las focas sonreían porque sabían que habían llevado alegría a todos. "¡Gracias por venir!" dijo Leo con un fuerte rugido que resonó en todo el circo.
Desde ese día, El Circo de los Animalitos se convirtió en el lugar favorito de todos. Cada año, los animales seguían presentando su maravilloso espectáculo. Y así, con risas y aplausos, el circo llenó de felicidad a todos los que lo visitaron, creando recuerdos inolvidables.
