10th Dec 2024
Un día soleado, Pastorcito estaba en su cabaña. Los niños del pueblo, emocionados, llegaron corriendo y dijeron: "¡Pastorcito, por favor, enséñanos los colores del bosque!" Pastorcito sonrió y asintió. "¡Claro! Vengan conmigo. El bosque tiene magia y colores que los llenará de alegría!" Los niños saltaron de emoción y siguieron a Pastorcito por el sendero que llevaba al bosque.
Mientras caminaban, Pastorcito les contaba sobre las flores. "En primavera, el bosque se viste de rojo, amarillo y azul. Las flores bailan con el viento y llenan el aire de aroma. ¡Miren esas!" dijo, señalando unas flores brillantes. Los niños gritaban: "¡Son hermosas!" Pastorcito sonrió, "Así es, mis pequeños amigos. Y cuando llega el otoño, las hojas se tiñen de oro. Pero en invierno, el bosque se cubre de un manto blanco, puro y mágico." Los niños estaban fascinados por cada palabra.
Al adentrarse más en el bosque, Pastorcito les mostró un claro donde los árboles formaban un círculo perfecto. "Aquí, bajo la luz de la luna, los animales del bosque se reúnen para celebrar la Noche de los Colores", explicó Pastorcito en voz baja, como si compartiera un secreto especial. Los niños miraban alrededor con ojos abiertos de asombro, imaginando las criaturas bailando bajo las estrellas.
De repente, una ardilla curiosa bajó de un árbol y se acercó saltando a los niños. "¿A qué has venido, pequeña amiga?", preguntó Pastorcito sonriendo. La ardilla, con su cola esponjosa, comenzó a recoger pequeñas bellotas y a hacer un dibujo en el suelo. Los niños rieron al ver que formaba un gran corazón. "El bosque nos da amor en cada esquina", dijo Pastorcito, y todos sintieron el calor de sus palabras.
Después de un día lleno de aventuras y colores, Pastorcito llevó a los niños de regreso por el sendero. "Nunca olviden lo que hemos visto aquí", les dijo. "El bosque siempre está vivo con colores, incluso en nuestros corazones." Los niños, aún emocionados, prometieron volver pronto. Con una última mirada al bosque mágico, Pastorcito y los niños regresaron al pueblo, llevando consigo la alegría y los colores del bosque.