29th Jun 2025
Un día, Valentino, un niño de siete años, encontró un mapa mágico en su mochila. "¿Qué será esto?", preguntó emocionado. El mapa brillaba y mostraba un camino a un mundo donde los colores habían desaparecido. Clásicos helados y dragones de galleta esperaban su llegada. Con una sonrisa y el corazón lleno de valor, Valentino decidió seguirlo. Él sabía que debía recuperar los Cristales de Caramelo y devolver la alegría a ese lugar.
Avanzando por la selva de helado derretido, Valentino se topó con un dragón de chicle. "¿Por qué lloras, pequeño dragón?", le preguntó Valentino. "Sólo me calmo con chistes buenos!", dijo el dragón, que comenzó a saltar de emoción. Valentino soltó uno: "¿Qué hace una abeja en el gimnasio? ¡Zum-ba!" El dragón rió y se convirtió en un gran amigo. Juntos continuaron con su misión, enfrentándose a juguetes olvidados y, al final, un castillo que lo veía todo al revés. Con su ingenio, Valentino aprendió que la verdadera magia estaba en la risa y en compartir alegría con los demás.