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BUENAVENTURA HERNANDEZ ROBLES

14th Jul 2023

Valentina y el Castillo de las Nubes

Valentina era una niña curiosa y valiente que vivía en un pequeño pueblo. Tenía el cabello dorado y los ojos brillantes como el sol. Desde que era muy pequeña, soñaba con aventuras y lugares mágicos. Un día, mientras exploraba el bosque cercano, Valentina vio algo increíble: un castillo flotante en el cielo rodeado de nubes esponjosas. Quedó maravillada por su belleza y decidió que debía descubrir cómo llegar a ese lugar mágico.

Un castillo flotante en el cielo rodeado de nubes esponjosas.

Valentina pasó días investigando y haciendo preguntas a las personas del pueblo, pero nadie sabía cómo llegar al castillo de las nubes. Determinada a encontrar una solución, decidió explorar el bosque una vez más. Fue entonces cuando encontró un puente de arcoíris que parecía conectar el castillo con la tierra. Sin pensarlo dos veces, Valentina cruzó el puente y se encontró caminando entre las nubes.

A medida que Valentina exploraba el castillo, descubrió habitaciones llenas de magia y encanto. Encontró una sala llena de juguetes animados que cobraban vida y otra llena de libros que podían transportarla a lugares lejanos con solo abrir sus páginas. Pero lo más sorprendente fue cuando Valentina llegó a la terraza del castillo y vio un jardín flotante lleno de flores de todos los colores.

Mientras Valentina paseaba por el jardín, una mariposa de colores brillantes se posó en su hombro. La mariposa parecía hablarle en un susurro suave y le dijo que el castillo de las nubes solo se revelaba a aquellos que eran valientes y creían en la magia. Valentina sonrió y entendió que su deseo de aventuras y lugares mágicos la había llevado a este increíble lugar.

Después de pasar un tiempo explorando el castillo de las nubes, Valentina decidió que era hora de regresar a casa. Cruzó nuevamente el puente de arcoíris y se encontró de vuelta en su pequeño pueblo. Aunque extrañaba el castillo y su jardín flotante, Valentina sabía que siempre llevaría en su corazón las experiencias mágicas que había vivido. Y cada vez que cerraba los ojos, podía recordar el brillo de las nubes y sentir la magia en el aire.