1st Dec 2024
Había una vez un hombre llamado Noé. Noé era valiente y amable. Un día, Dios le habló y le dijo que construyera un gran barco llamado arca. La gente pensó que estaba loco, pero Noé confió en Dios. Él comenzó a trabajar con dedicación y amor.
Noé reunió a muchos animales. Había leones, elefantes y pájaros de muchos colores. Cada uno tenía un lugar en el arca. Todos estaban emocionados y felices. Ellos ayudaban a Noé a construir, cargando madera y cantando. Era un gran equipo.
Cuando todo estuvo listo, comenzaron las lluvias. Las gotas caían y el viento soplaba fuerte. Pero el arca era fuerte y Noé estaba tranquilo. Todos los animales estaban seguros dentro del arca, cantando juntos y compartiendo comida.
Después de muchos días de lluvia, el sol volvió a brillar. Las aguas comenzaron a bajar y Noé vio una tierra seca. Todos salieron del arca, felices y aliviados. Noé dio gracias a Dios por haberlos protegido.
De repente, apareció un hermoso arcoíris en el cielo. Dios había hecho una promesa: nunca más habría un diluvio. Noé y todos los animales se abrazaron. Juntos vivieron en paz, recordando la valentía de Noé y el bello arcoíris.