28th Oct 2024
Había una vez una conejita llamada Linda. Ella era una conejita muy inteligente que le encantaba ir a la escuela. Linda siempre tenía una sonrisa y saltaba de felicidad cada mañana antes de salir de casa. Su pelaje era suave y blanco, lo que la hacía parecer un pequeño copo de nieve en el jardín brillante.
Al lado de su casa vivía una ranita llamada Rita. Rita no le gustaba estudiar y nunca iba a la escuela. Ella pasaba los días jugando en el charco, mientras Linda se dedicaba a aprender. Linda se preocupaba por ella y quería compartir su alegría.
Un día, Linda le preguntó a Rita: "¿Quieres venir conmigo a la escuela?" Pero Rita respondió que no, sintiéndose un poco cansada. Linda pensó que tal vez estaba enferma, así que decidió hablar con su amiga. Se acercó y le dijo que si no iba a la escuela, nunca podría contar o leer bien.
Rita escuchó atentamente y, al principio, no estaba segura. Pero luego comenzó a entender lo importante que era estudiar. Ella quería jugar y aprender. "¡Quiero ir a la escuela contigo!" exclamó Rita, sonriendo de oreja a oreja, lista para una nueva aventura.
Desde ese día, Linda y Rita fueron juntas a la escuela. Aprendieron a contar, leer, y mucho más. La conejita y la ranita se convirtieron en las mejores amigas, estudiando y saltando de alegría. ¡Siempre compartiendo risas y aventuras en su viaje de aprendizaje!