28th Oct 2024
La tortuga se llama Tina. Es un poco lenta, pero muy amable. Un día, miró al cielo y vio al sol brillando. Decidió hablarle. '¡Hola, Sol!' dijo Tina, moviendo su cabeza lentamente.
El sol, un gran disco dorado, le respondió con una sonrisa. '¡Hola, Tina! ¿Qué te trae aquí?' preguntó el sol, con su luz cálida iluminando el lugar. Tina le contó que quería ayudar a los animales que tenían frío.
El sol sonrió aún más. '¡Yo puedo ayudarte! Daré luz y calor a todos,' dijo el sol con entusiasmo. Tina estaba feliz. Juntos, serían grandes amigos y harían felices a muchos animales.
Primero, fueron a ver a un pequeño conejo llamado Rayo. Rayo temblaba de frío en su cueva. '¿Puedo ayudar?' preguntó Tina. El sol brilló más fuerte y el conejo se sintió cálido y cómodo. ¡Rayo sonrió!
Luego, encontraron a un ave llamada Pío. Ella no podía volar porque estaba muy fría. 'No te preocupes, Pío', dijo Tina. El sol iluminó el cielo y Pío pudo calentar sus alas. ¡Pío pudo volar!
Después, ayudaron a un pequeño ratón llamado Bibi. Él tenía miedo de salir de su casa porque la noche era oscura. 'No temas, Bibi,' dijo el sol. Tatina y el sol le dieron luz brillante. ¡Bibi salió feliz!
Todos los animales estaban agradecidos. Tina y el sol trabajaron juntos cada día. '¡Juntos somos mejores!' exclamó Tina, mientras iluminaban el bosque.
Ahora, cada mañana, el sol brillaba y Tina se movía lentamente, saludando a los animales. Siempre estaban contentos de ver a sus amigos trabajando juntos.
Tina aprendió que, aunque era lenta, su amistad con el sol la hacía especial. Juntos, traían luz y amor a todos. ¡Qué gran equipo!
Y así, la tortuga Tina y el sol siguieron ayudando, llenando el bosque de luz y calidez. Los animales nunca se sintieron solos otra vez.