28th Oct 2024
Había una vez una nube blanca en el cielo. Era una nube soñadora, llena de sueños y de deseos. Ella quería ser lluvia y ayudar a todos en la tierra. Pero, ¿cómo podía hacerse útil?
La nube miraba hacia abajo y veía una hermosa flor. La flor tenía sed. La nube suspiró y dijo: 'Quiero regalarle agua a la flor. Quiero que crezca y sea feliz'.
La nube vio a un niño jugando en el campo. El niño tenía calor y su cara estaba roja. La nube pensó: 'Si fuera lluvia, podría refrescarlo y hacer que sonría'.
El sol brillaba fuerte, pero la nube seguía atrapada en el cielo. Se sentía triste porque no podía llover. Entonces, un día decidió preguntar a su amigo el viento.
El viento dijo: 'Puedes moverte a donde hay más calor. Ahí te convertirás en lluvia. Pero primero debes creer en ti misma'. La nube asintió con fuerza.
La nube se movió hacia las montañas. Allí estaba muy caliente y sabía que podía ayudar. Comenzó a agitarse, sintiendo la emoción en su interior.
De pronto, comenzó a temblar. La nube se sintió más ligera y llena de energía. Luego, se unió con otras nubes, creando una gran familia en el cielo.
Finalmente, la nube sintió que había llegado el momento. Un rayo de sol brilló, y así, la nube estalló en lágrimas de alegría. ¡Era lluvia!
La lluvia cayó sobre la tierra. Las flores bailaban y los ríos sonreían. El niño reía, sintiéndose feliz y fresco.
La nube estaba radiante. Ahora sabía que ser lluvia era hacer feliz a todos. Había cumplido su sueño y se sentía muy orgullosa.