28th Oct 2024
Era un día soleado y brillante. En el cielo, una nube mágica llamada Flomina estaba lista para ayudar. Flomina tenía una misión especial: quería pintar el mundo con colores brillantes. Viajó por todo el cielo, mirando hacia abajo.
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Un niño llamado Lucas miraba la nube desde su ventana. Estaba triste porque su mundo se veía gris y aburrido. 'Me gustaría que todo tuviera más colores', pensó. Al oír esto, Flomina decidió ayudarlo.
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Flomina bajó lentamente hacia Lucas. '¡Hola, niño!' dijo, su voz suave como el viento. 'Voy a pintar tu mundo con colores mágicos. ¡Verás cómo brilla todo!' Lucas sonrió, sorprendido y emocionado.
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La nube flotó sobre el jardín de Lucas y comenzó a rociar colores. Con un toque de su magia, las flores se volvieron rojas, azules y amarillas. Los árboles brillaron en verde esmeralda, y el cielo se llenó de arcoíris.
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Lucas corrió afuera, los ojos llenos de asombro. '¡Es increíble!', gritó. Nunca había visto su jardín tan hermoso. Flomina siguió trabajando, pintando cada rincón con alegría y risas.
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Cada vez que Flomina pintaba algo, sonrisas brotaban en los rostros de todos. Los pájaros cantaban canciones felices, y los niños jugaban bajo el cielo vibrante. Todo se llenó de vida y color.
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'Mira, Lucas', dijo Flomina, 'la belleza está en todo lo que te rodea. Solo hay que mirar con el corazón'. Lucas, ahora lleno de esperanza, miró a su alrededor con nuevos ojos.
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La nube pintora creó un desfile de colores: el sol brillaba como un oro brillante y las nubes se transformaban en esponjas de algodón empapadas en colores pastel. El mundo entero parecía un sueño. No había más tristeza.
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Finalmente, Flomina estaba lista para irse. 'Recuerda, Lucas, tú también puedes traer color al mundo. Comparte tu alegría y nunca dejes de soñar'. Y así, la nube mágica se despidió con una sonrisa.
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Lucas sonrió y agitó la mano mientras Flomina se alejaba, pintando el cielo con su magia. Desde ese día, Lucas siempre vio los colores en cada rincón y nunca olvidó la lección de la nube pintora.
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