28th Oct 2024
El sol brillaba con fuerza en el cielo, y decidió que era un gran día para una fiesta. "¡Invitaré a todos los animales!" pensó. Las estrellas, que siempre miraban desde lo alto, aplaudieron la idea. Así, el sol preparó todo. Pintó la tierra con colores de alegría y preparó la música que haría bailar a todos.
Desde las montañas hasta los ríos, los animales comenzaron a llegar. El conejo saltador llegó primero. Su pelaje era blanco como la nieve, y parecía llevar una camiseta de fiesta. Al verlo, el sol rió y dijo: "¡Bienvenido, amigo! Vamos a bailar juntos!" Así, los animales empezaron a juntarse, llenando el campo de risas y alegría.
Las aves del cielo llegaron volando, llenando el aire con sus cantos. El loro multicolor, con sus plumas brillantes, se posó en una rama y comenzó a cantar. Los animales, emocionados, formaron un gran círculo para seguir el ritmo de la música. El sol les dio palmas, y todos se sintieron como estrellas brillando en la fiesta.
Con el baile, la luna decidió asomarse. Su luz suave y plateada iluminó el lugar. "¡Esta fiesta está fantástica!" exclamó la luna. Los animales la animaron a unirse. Y así, la luna comenzó a brillar con alegría. Las estrellas, atentas desde el cielo, también empezaron a cantar, llenando la noche de magia.
La fiesta continuó hasta que el sol se fue a dormir. Los animales se despidieron, prometiendo repetir la fiesta. El sol sonrió, satisfecho. "¡Hasta la próxima, amigos!" dijo. Los animales, felices, regresaron a sus hogares, llevando en sus corazones la luz del sol y el brillo de las estrellas.