28th Oct 2024
Era un día soleado en el bosque encantado. Los árboles brillaban como esmeraldas debajo del sol. Un grupo de unicornios se preparaba para una gran fiesta de amistad. Unicornio Uno, un unicornio blanco con una melena de arcoíris, estaba emocionado. Él decía: "¡Hoy será un día lleno de diversión!"
Unicornio Dos, de piel púrpura, ayudaba a decorar con flores brillantes. "Mira estas flores, ¡son hermosas!" exclamó. Un grupo de mariposas danzaba a su alrededor. Les encantaba la música que hacían los unicornios mientras decoraban.
Unicornio Tres, un unicornio amarillo, estaba creando un pastel mágico. "Este pastel hará que todos sonrían", dijo mientras batía los ingredientes. Con un destello de su cuerno, agregó un poco de polvo de estrellas. El pastel olía tan bien que hacía agua la boca.
La fiesta comenzó cuando los unicornios se reunieron en un claro. La luz del sol brillaba a través de las hojas, creando un espectáculo de luces. Todos los unicornios bailaban y reían, disfrutando juntos de la celebración especial de su amistad.
Unicornio Cuatro, de piel azul, trajo una caja llena de globos brillantes. “¡Soplen y hagan un deseo!”, dijo. Todos soplaron juntos, y los globos elevaron sus colores hacia el cielo. El aire se llenó de risas y alegría.
A medida que el sol comenzaba a ponerse, Unicornio Uno propuso un juego. “¿Jugamos a las escondidas?” Todos los unicornios se escondieron detrás de los árboles. Se escucharon risas suaves mientras Unicornio Uno intentaba encontrarlos a todos.
Al caer la noche, se encendieron luces mágicas en el bosque. Los unicornios se sentaron alrededor de una fogata, contando historias sobre sus aventuras. Unicornio Dos dijo, “¡Una vez volé tan alto que toqué las estrellas!” Todos aplaudieron con alegría.
Unicornio Tres, con su pastel, dijo: “¡Es hora de comer!" Cortaron el pastel y compartieron un trozo cada uno. El pastel era delicioso y todos sonreían al probarlo. “¡Es el mejor pastel del mundo!” dijeron.
Finalmente, los unicornios se unieron en un círculo. Con sus cuernos brillantes, hicieron un hechizo de amistad. “¡Siempre seremos amigos!”, gritaron juntos mientras un destello de luz iluminaba el bosque encantado. Las estrellas comenzaron a brillar en el cielo, como testigos de su amistad.
La fiesta de los unicornios fue un día mágico. Aprendieron que la verdadera alegría está en compartir y disfrutar juntos. Aunque el sol se escondía, su amistad brillaba más que nunca, como estrellas en la oscuridad.