28th Oct 2024
Había una vez una estrella brillante en el cielo. Se llamaba Estrellita y era muy curiosa. Cada noche, miraba hacia la tierra y pensaba: “¡Quiero aprender sobre el mundo!”
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Una noche, Estrellita decidió bajar a la tierra. Brilló tan fuerte que hizo sonreír a un niño llamado Pablo. Pablo miró hacia arriba y dijo: “¡Hola, estrella!”
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Estrellita se sorprendió. Nunca había escuchado a alguien hablarle. “¡Hola, Pablo! Soy Estrellita. Quiero conocer tu mundo”, dijo con emoción.
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“Ven y juega conmigo”, invitó Pablo. Juntos corrieron por un campo lleno de flores. Estrellita iluminaba todo a su alrededor con su luz radiante.
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Luego, encontraron un camino oscuro. Pablo estaba asustado. “¿Qué haremos?”, preguntó. Estrellita sonrió y dijo: “¡Brillaré para guiarte!”
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Con su luz brillante, Estrellita iluminó el camino. Pablo sonrió y se sintió valiente. “¡Gracias, Estrellita! Eres mi amiga”, dijo feliz.
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Pasaron la noche explorando. Jugaron en el río y bailaron entre los árboles. Estrellita nunca había sido tan feliz.
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Pero llegó la mañana. Estrellita sabía que tenía que regresar al cielo. “Te extrañaré, Pablo”, dijo con tristeza.
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Pablo sonrió y respondió: “Siempre estarás en mi corazón. Gracias por ayudarme a encontrar mi camino”.
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Estrellita volvió al cielo, pero cada vez que Pablo miraba hacia arriba, sabía que su amiga estrella siempre estaría allí.
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