28th Oct 2024
En un bosque verde y brillante, vivía una bruja buena llamada Clara. Ella tenía un cabello largo y rizado de color violeta, y llevaba un vestido de flores. Clara era amable y siempre ayudaba a los animales del bosque con sus poderosas pociones.
Un día, un pequeño conejo llamado Tito llegó corriendo. ¡Su pata estaba herida! Tito dijo: 'Clara, por favor, ayúdame.' Clara sonrió y lo llevó a su casa. Allí tenía muchas frascos coloridos llenos de pociones mágicas.
Clara tomó un frasco azul y lo abrió con cuidado. 'Esto es una poción de sanación', explicó. Vertió un poco sobre la pata de Tito y al instante, su pata dejó de doler. Tito saltó de alegría y abrazó a Clara.
Los animales del bosque se enteraron de la ayuda mágica de Clara. Pronto, una tortuga llamada Tula llegó con un dolor de cabeza. Clara hizo una poción de flores amarillas y Tula se sintió mejor en un instante.
Un día, un ave azul voló hasta Clara y le dijo: 'Mis amigos y yo queremos hacer una fiesta en tu honor. Has ayudado a muchos de nosotros.' Clara se sintió muy feliz y aceptó la invitación.
La fiesta se realizó en el claro del bosque. Clara vio su casa llena de luces de colores y sonrisas de todos los animales. Había tortas de frutas y jugo de bayas, ¡una celebración maravillosa!
Durante la fiesta, todos compartían historias sobre cómo Clara los había ayudado. 'Gracias a ti, pude correr de nuevo', dijo Tito. 'Tus pociones son mágicas y tú también lo eres,' agregó Tula.
Al caer la noche, Clara miró a su alrededor, llena de alegría. 'No tengo nada que temer, porque tengo amigos que me quieren', pensó. La luna brillaba y el bosque estaba cubierto de estrellas.
Cuando la fiesta terminó, todos se despidieron con abrazos. Prometieron ayudar a Clara siempre que tuvieran la oportunidad. Desde ese día, el bosque fue aún más feliz y lleno de amor.
Y así, Clara, la bruja buena, siguió haciendo pociones y ayudando a los animales, creando un lugar donde todos vivían en armonía, gracias a su bondad y magia.