14th Dec 2024
Había una vez, en un reino lleno de colores y magia, tres amigos inseparables: Lancelot, un valiente caballero; Dentroi, un astuto mago; y Britti, una dulce hada. Ellos vivían en el pueblo de Luminalia, donde la luz del sol siempre brillaba y las flores cantaban. Un día, mientras exploraban el Bosque Susurrante, encontraron un antiguo mapa que prometía llevarlos a un tesoro escondido. Lancelot, emocionado, dijo: "¡Debemos ir a buscarlo! Seremos héroes". Dentroi asintió mientras decía: “¡Sí! ¡Un tesoro nos hará grandes!” Britti, con su voz suave, agregó: “Pero debemos tener cuidado, hay que ser valientes y sabios."
Los tres amigos siguieron el mapa, que los llevó a través de árboles brillantes y ríos que murmuraban. "Miren esos colores", dijo Britti, admirando las flores que danzaban al ritmo del viento. A medida que se acercaban a la ubicación del tesoro, encontraron un puente de luz que parecía fluir como agua. "¿Cómo lo cruzamos?", preguntó Lancelot. Dentroi se rasgó la cabeza y respondió: "¡Yo puedo usar mi magia!" Con un gesto de su varita, hizo que el puente se iluminara más. Juntos, tomaron la mano de Britti y cruzaron el puente. A lo lejos, vieron un cofre dorado y supieron que su aventura apenas comenzaba.