La Aventura de Lucas en la Luna

Cada noche, mientras la luna y las estrellas iluminaban el cielo, un niño llamado Lucas soñaba con viajar al espacio. Le encantaba sentarse junto a la ventana de su habitación y observar la luna desde su telescopio. Imaginaba lo que había en el cielo. Una noche mágica, Lucas vio un destello brillante que parecía ser una estrella fugaz. Rápidamente cerró sus ojos y pidió un deseo: ¡Quisiera ir al espacio! Al abrir los ojos, ¡ya estaba flotando en el espacio!

Al llegar al cráter, vio unas sombras. De repente, salió un gran monstruo de pelaje azul. Pero no era un monstruo malo; era amigable y divertido. Así que Lucas no tuvo miedo. Se acercó y dijo: "¡Hola, soy Lucas! ¿Quién eres tú?" El monstruo, sorprendido, sonrió y respondió: "Hola pequeño, soy Moony, el guardián de la luna. No esperaba que alguien viniera a visitarme."

Mientras jugaban, Moony le contó a Lucas cómo cuidaba de la luna. "Cada noche, arreglo los cráteres y cuido de las estrellas para que brillen más. A veces, me siento solo aquí, así que siempre es bueno tener amigos." Lucas, comprensivo, le dijo: "¡No te preocupes, siempre serás mi amigo! Prometo volver a visitarte." Cuando la luna comenzó a ocultarse, Lucas supo que era hora de regresar a casa. Se despidió: "Gracias por la mejor aventura, Moony. Nunca olvidaré nuestra noche en la luna." Moony sonrió y respondió: "Siempre que mires al cielo, recuerda que estaré aquí, cuidando de la luna y esperando a que regreses." Al parpadear, Lucas se encontró de nuevo en su habitación, mirando hacia la luna que ahora parecía más brillante y hermosa, porque sabía que tenía un amigo especial en el espacio.