28th Oct 2024
Había una vez una pequeña estrella que brillaba en el cielo. Se llamaba Estrellita. Aunque brillaba muy fuerte, se sentía sola. Buscaba amigos que pudieran jugar con ella.
Una noche, Estrellita decidió hacer un viaje. Quería conocer a otras estrellas. Subió alto al cielo y comenzó a volar. Las nubes suaves la abrazaban.
Primero, encontró a una estrella brillante llamada Brillina. Estaba sola, como Estrellita. "¡Hola!" dijo Brillina. "¿Quieres jugar conmigo?" Estrellita se sintió feliz y juntas comenzaron a bailar.
Volaron por el cielo, riendo y cantando. Se encontraron con la luna. La luna sonreía y dijo: "¿Puedo unirme a ustedes?". Las estrellas dijeron: "¡Sí!" y siguieron jugando.
Mientras jugaban, vieron un cometa pasar. Era rápido y muy divertido. "¡Mira, ahí va el cometa!" gritó Estrellita. Todas se unieron para seguirlo, llenas de alegría.
Después de jugar, las estrellas se sentaron en una nube. Hablaron de sus sueños y de lo que les gustaba. Estrellita se dio cuenta de que tener amigos la hacía feliz.
Finalmente, llegaba la mañana. "Debo irme", dijo Brillina. "El sol viene y debemos esconderse". Estrellita se sintió triste, pero sabía que volverían a jugar.
"Nunca estaré sola otra vez", pensó Estrellita. Sus nuevos amigos siempre estarían en su corazón, incluso cuando no estuvieran allí.
Cuando el sol salió, Estrellita brilló más que nunca. Sabía que la amistad era un tesoro y se sentiría feliz en el cielo, rodeada de amor.
Desde ese día, Estrellita siempre sonreía, esperando el momento de volver a jugar con sus amigas brilla en el cielo, trayendo alegría a todos. Wow!
La pequeña estrella aprendió que la amistad hace brillar el corazón. Y así, nunca se sintió más sola, llena de amigos en el cielo.