7th Oct 2024
Había una vez un ratón muy curioso, que soñaba en grande, desea ser un gran astronauta. Con ojos brillantes y un corazón valiente, miraba las estrellas cada noche con deseo ardiente. Sus amigos lo animaban, ¡vamos a intentarlo! Con ellos a su lado, ¡nunca lo dejarían en el suelo!
El ratón y sus amigos se reunieron en la granja. Había un pato, una rana y un gato que no se engañan. Juntos pensaron en un plan muy brillante: "¡Vamos a construir un cohete gigante!"
Con madera, cartón y algunas latas, hicieron el cohete que los llevaría a las jornadas. El gato trajo cuerdas, el pato fue a buscar lásers, y la rana con su canto imposible de olvidar, motivaba a todos a no parar.
El día del lanzamiento llegó, la emoción estaba en el aire. El ratón miró a sus amigos, su apoyo era un gran deber. "¡Contemos de cinco hasta uno!", gritó. Y así, emocionados, al espacio despegaron.
El cohete voló alto entre estrellas brillantes, el ratón sonrió como un niño en instantes. Viajaron juntos, disfrutando la aventura, descubriendo el cielo y su hermosa estructura.
"Mira un planeta, parece de caramelo", dijo el ratón. "Y aquel otro parece un gran pañuelo". Todos reían y brincaban con alegría; el trabajo en equipo traía mucha energía.
Visitaron un planeta, dos, y hasta tres; el ratón aprendió que juntos son más que un tres. "La amistad y el apoyo, son grandes tesoros, cuando trabajamos juntos, conquistamos logros."
Al final del viaje, todos estaban cansados, pero felices de los momentos que habían logrado. "Gracias, amigos, ha sido un gran día", dijo el ratón con una gran sonrisa.